Un pomodoro para resolver los atascos

dariopes — Sat, 19 Mar 2011 10:27:46 +0000

Nada que ver con la nutrición. La técnica Pomodoro es un feliz invento de Francesco Cirillo, un experto en productividad, y nos ayuda a superar los bloqueos en el trabajo usando un reloj de cocina. En Italia, el reloj con forma de tomate es un diseño famoso. De ahí el pomodoro.

La idea es simple. Marcamos 25 minutos en el reloj de cocina y durante ese tiempo trabajamos sin interrupción, y sin hacer otra cosa, en la tarea con la que estemos bloqueados. El «tictictictic» del reloj nos ayuda a mantener la concentración. Pasados los 25 minutos, tomamos un breve descanso de cinco minutos, y programamos el siguiente pomodoro.
La técnica Pomodoro sirve para acabar con la procrastrinación. Ese «deja para mañana lo que puedas hacer hoy» del que todos somos víctimas en un momento u otro. No somos capaces de ponernos a trabajar en una tarea porque nos cuesta arrancar. El papel en blanco, la hoja de cálculo vacía, el recado por hacer, todo eso no provoca ansiedad, malestar, angustia. Y nuestro cerebro es muy bueno protegiéndonos de los malos sentimientos, así que rapidamente busca a) una excusa y b) una actividad alternativa. Por ejemplo «tengo tiempo de sobra, mañana lo empezaré más fresco». Acto seguido nos ponemos a jugar a Angry Birds o a ordenar el armario.
Con el pomodoro podemos mitigar esa ansiedad. No nos estamos comprometiendo a terminar el trabajo en 25 minutos, tan solo a hacer algo, lo que sea. Es solo un rato, y nuestro cerebro no reacciona tan violentamente. Pasado un pomodoro, veremos que hemos avanzado mucho más de lo que pensábamos, y que tenemos nuevas ideas para continuar.
Si no tienes un reloj de cocina a mano, puedes descargar uno para tu ordenador o teléfono. Incluyen el «tictictictic»:

Foto: alexhung

El síndrome del buzón compulsivo

dariopes — Fri, 11 Mar 2011 11:56:20 +0000

¡Ding! Cada vez que entra un nuevo mensaje en Outlook o en la Blackberry, un alegre sonidito te distrae, aparece una ventana de alerta en pantalla y sientes la necesidad irresistible de mirarlo. ¿Qué será? Es el principio del fin de tu productividad.
Pasas diez horas en la oficina, y terminas con esa sensación de no haber hecho nada. Son las constantes interrupciones: llamadas de teléfono, colegas que aparecen con preguntas, y el correo electrónico cada dos minutos. Así es imposible trabajar.
Aunque es complicado mantener a raya a las otras personas en la oficina (sobre todo si son jefes), es mucho más fácil controlar las interrupciones que nos imponemos a nosotros mismos. El correo electrónico es la peor de todas.
Para empezar, desactiva los sonidos y alertas. Después, calcula cuántas veces tienes que comprobar el correo al día. ¿Es posible una vez cada hora? Bien, entonces no le dediques más de diez minutos. Tendrás 50 minutos libres para trabajar. ¿Puedes mirarlo tres veces al día? Mejor aún. Supera la ansiedad, no hay nada tan urgente que no pueda esperar. Si hay un incendio en el edificio, seguro que no avisan por correo electrónico.
Foto: xJasonRogersx

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