La forma más fácil de evitar la tentación es caer en ella, pero hay formas más sanas.
La mayoría de la gente sabe cómo se debe comer para no engordar y estar más sanos, pero no lo hacen. El problema es que nuestro entorno no favorece precisamente una dieta saludable, rodeados como estamos de aperitivos, golosinas y comida procesada. Esta es una tabla para sustituir esas tentaciones que nos asaltan entre horas por otros alimentos que no te harán tanto daño:
TENTACIÓN: Coca colas y otros refrescos azucarados, el mejor negocio del mundo, agua y azúcar, a precios exorbitantes comparados con lo que cuesta fabricarlos.
SUSTITUYE POR: Nunca te quites la sed con un refresco, bebe agua primero, aunque sea del grifo. Después, si caes en la tentación, que sean siempre sin azúcar. Es mejor tomar edulcorantes que las 150 Calorías vacías de una lata de refresco.
TENTACIÓN: Helado, si es bueno, está hecho de nata, azúcar y huevo. Si es industrial, seguro que contiene grasa trans. Cuando aprieta el calor es difícil resistirse.
SUSTITUYE POR: Mete en el congelador trozos de fruta con un palillo y tendrás una alternativa muy sana. Si caes, mejor tomar solo un poco de helado de buena calidad, que contiene algo de proteína, que un enorme sorbete, que es solo agua azucarada.
TENTACIÓN: Chocolatinas, habitualmente de chocolate con leche rellenas de azúcar, más azúcar y algo de grasa.
SUSTITUYE POR: Si tienes síndrome de abstinencia de chocolate, prueba con una porción muy pequeña de chocolate oscuro, por encima del 70% de cacao.
TENTACIÓN: Aperitivos salados, patatas fritas, formas geométricas de maíz, minipretzels y otros, contienen en general grandes cantidades de grasa, almidón, sal y calorías, y muy pocos nutrientes. Son comida trampa.
SUSTITUYE POR: frutos secos, que no sean cacahuetes, y a ser posible crudos, ni fritos ni tostados. El calor afecta a las grasas saludables que contienen. En pequeñas cantidades siempre, un puñado es suficiente.
TENTACIÓN: Donuts, croissants, otros bollos, que en casi todos los casos, poco más que grasas trans y azúcar.
SUSTITUYE POR: ¡Comida de verdad! Llévate de casa una lata de atún al natural o sardinas con un tomate cortado en trozos, o un yogurt sin azúcar, o queso fresco, con una pieza de fruta pequeña.
Foto: beautiful woman eating cherries de Shutterstock

Las vacaciones son para disfrutarlas, también comiendo. Elige bien en el chiringuito y además de disfrutar, te cuidarás.

En vacaciones la dieta se relaja, aunque también se puede ir de las manos. Esos excesos que antes te permitías una vez por semana se convierten en verano en un festín permanente que dura semanas semanas.

La clave es control de daños. No se trata de seguir una dieta espartana, sino de elegir bien lo que comes y minimizar los estragos que las vacaciones pueden hacer en tu cintura:

• El agua quita la sed: En esos días de calor, sudorosos, con la piel pegajosa y la boca seca, nada mejor que una cerveza bien fría. ¿Seguro? Mejor bebe agua primero para hidratarte y, después, tomarte esa cerveza. Te sentirás mejor, procesarás más rápido el alcohol y evitarás que una cerveza se convierta en dos o tres.

• Sardinas sí, gracias: En el chiringuito elige las sardinas a la brasa antes que los calamares rebozados, y los calamares rebozados antes que las patatas bravas. Compensa el arroz de la paella comiendo más pollo y nada de pan.

• Placer helado: Un helado es una bomba calórica llena de grasa y azúcar pero, por suerte, también tiene proteínas de la leche. Si puedes, elige helados bajos en calorías y tómalos después de hacer deporte. No los uses para quitarte la sed, solo te darán más.

Foto: danpeters