corazón | Operación Transformer https://www.operaciontransformer.com El sistema para controlar tu cuerpo y cambiar tu vida Tue, 12 Nov 2019 15:55:06 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.5.5 https://www.operaciontransformer.com/wp-content/uploads/2019/04/cropped-icono_operaciontransformer-32x32.jpg corazón | Operación Transformer https://www.operaciontransformer.com 32 32 Una dosis mínima poco de deporte ya protege el corazón https://www.operaciontransformer.com/2019/11/12/una-dosis-minima-poco-de-deporte-ya-protege-el-corazon/ https://www.operaciontransformer.com/2019/11/12/una-dosis-minima-poco-de-deporte-ya-protege-el-corazon/#respond Tue, 12 Nov 2019 15:51:29 +0000 https://www.operaciontransformer.com/?p=15489 Un estudio ha averiguado que el deporte incluso en cantidades muy pequeñas es suficuente para prevenir las enfermedades cardiovasculares.

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Deprimirte es fatal para tu corazón https://www.operaciontransformer.com/2017/04/20/deprimirte-es-fatal-para-tu-corazon/ https://www.operaciontransformer.com/2017/04/20/deprimirte-es-fatal-para-tu-corazon/#respond Thu, 20 Apr 2017 14:05:08 +0000 http://transformer.blogs.quo.es/?p=5140 depresión corazón
Tener el corazón roto no es solo una metáfora. La depresión tiene consecuencias reales en tu salud cardiovascular.
Durante muchos años se ha sospechado que hay una relación entre las enfermedades y la salud mental, pero cada vez hay más pruebas de que un desajuste en nuestro cerebro puede tener consecuencias graves para la salud en todos los niveles.
Un estudio de un centro de investigación en Augsburgo ha podido comprobar que la depresión no solo un problema mental, sino que las personas deprimidas tienen un riesgo mayor de padecer enfermedades cardiovasculares que las obesas y las que tienen colesterol alto. En el estudio, lo único que resultaba peor para el corazón que estar deprimidos fue el tabaco y la hipertensión. Por desgracia, las personas obesas, fumadoras e hipertensas también suelen padecer de depresión.
La depresión no es ninguna broma, y debe ser tratada cuanto antes por un profesional. Nunca le digas a una persona deprimida «¡anímate, pon de tu parte!», porque es el equivalente a decirle a alguien que está escayolado desde la cadera hasta el pie «¡levántate y anda, pon de tu parte!». En un caso la persona tiene la pierna rota, la otra tiene el cerebro roto.
La depresión se trata con terapia y medicación, pero ¿qué puedes hacer para evitarla y prevenirla?

El primer paso es moverse, uno de los principios de la Operación Transformer para echar tu vida a rodar.

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Las grasas no son el problema, la comunidad médica reconoce el error https://www.operaciontransformer.com/2014/11/04/las-grasas-no-son-el-problema-la-comunidad-medica-reconoce-el-error/ https://www.operaciontransformer.com/2014/11/04/las-grasas-no-son-el-problema-la-comunidad-medica-reconoce-el-error/#comments Tue, 04 Nov 2014 11:08:10 +0000 http://transformer.blogs.quo.es/?p=3625 grasa colesterol
Una de cada tres personas muere de una enfermedad cardiovascular, y la ciencia médica llevaba 50 años equivocada sobre las causas.
La ciencia médica se corrige a sí misma, con mayor o menor rapidez. A la iglesia le costó 350 años reconocer que la tierra no era el centro del universo. Sin embargo, en solo 50 años, la comunidad médica empieza a aceptar que la grasa no es la principal causa, ni de los ataques al corazón, ni de ese flotador alrededor de tu cintura.
Según la propia portavoz de la American Heart Association “ya no creemos que las dietas bajas en grasa sean la respuesta”. En septiembre de este año se publica un estudio en el National Institutes of Health en EEUU, en el que se divide a 148 personas sanas en dos grupos. Un grupo sigue una dieta baja en grasas. El otro, una dieta baja en carbohidratos y alta en grasa y proteína.
Pasa un año, y contrariamente a lo que la mayoría de los médicos podrían esperar, estos son los resultados:

  • Los participantes que siguieron una dieta baja en carbohidratos y alta en grasa y proteína perdieron más peso que los del grupo con la dieta baja en grasa.
  • No solamente peso, sino que los de la dieta baja en carbohidratos perdieron más grasa en proporción, y conservaron o ganaron masa muscular, mientras que los de la dieta baja en grasa perdieron músculo.
  • Los dos grupos redujeron sus niveles de colesterol en sangre, pero los de la dieta baja en carbohidratos redujeron su nivel de triglicéridos y aumentaron su nivel de colesterol HDL (el bueno).
  • La fórmula de Framingham calcula el riesgo de sufrir un ataque al corazón en los próximos 10 años. Los participantes que siguieron una dieta baja en carbohidratos y alta en grasa y proteína vieron reducido su riesgo, mientras que los que siguieron una dieta baja en grasa, no.

La importancia de este estudio es monumental. Se está desmontando pieza a pieza la hipótesis lipídica, una teoría que la ciencia médica asumía sin reservas como verdadera, y que es la causa de que exista comida baja en grasa en el supermercado, y en última instancia, de que la gente esté más gorda y más enferma.
ACTUALIZACIÓN: en 2015 varios doctores de la universidad de Harvard instan a retirar las recomendaciones para limitar el consumo de grasa: The 2015 US Dietary Guidelines: Lifting the Ban on Total Dietary Fat, en el Journal of the American Medical Association.

La falacia de la hipótesis lipídica

La hipótesis lipídica nació en los años 70, cuando los casos de infartos cardíacos estaban multiplicándose en EEUU. Aunque es más compleja, se puede resumir en la frase siguiente:

“Hacer que baje el colesterol en sangre reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares”.

Cuando se habla de enfermedad cardiovascular se piensa siempre en la aterosclerosis. Consiste en la formación de placas en las paredes de las arterias. Si las placas son grandes, los vasos sanguíneos terminan por obstruirse. Si se corta el riego sanguíneo a un tejido durante más de cinco minutos, el tejido muere. Es al final lo que le ocurre al corazón durante un infarto: parte del músculo cardíaco muere por falta de riego.
arterioesclerosis
Pero ¿por qué se forman placas en las arterias? Aunque no se comprende totalmente, se sabe que hay una acumulación en las paredes de los vasos de lipoproteínas de baja densidad (LDL), que transportan colesterol. Estas moléculas se oxidan, y son atacadas por los glóbulos blancos. Si no llegan a tiempo las lipoproteínas de alta densidad (HDL) a limpiar el estropicio llevándose la grasa, se forma una placa de glóbulos blancos muertos, colesterol y cristales de calcio. Esta acumulación es la que obstruye la arteria.
Es decir, el problema surge cuando hay altos niveles de colesterol en forma de LDL, y bajos niveles de colesterol en forma de HDL. El colesterol no es malo por sí mismo, es una molécula esencial para el funcionamiento de tu organismo.
¿Cuál fue la respuesta en los años 70? Pues si el problema es el colesterol, la solución es hacer que baje el colesterol en sangre. Para conseguir esto, hay que comer menos comida con colesterol (grasas saturadas) y así habrá menos colesterol en sangre.
Como dijo Mencken, «Para cada problema complejo, existe una solución que es simple, elegante y equivocada». La hipótesis lipídica es todo eso.
El principal artífice de la hipótesis lipídica es el investigador de Minnesota Ancel Keys, autor del llamado “estudio de los siete países” un estudio con cohortes (grupos) a lo largo de 15 años en EEUU, Grecia, Finlandia, Italia, Holanda, la entonces Yugoslavia y Japón.
Este estudio está lleno de trampas: desde seleccionar los países donde los datos salían favorables a la teoría, y descartar los que no, hasta ignorar otros factores de riesgo, como el consumo de azúcar, tabaco o alcohol. Durante los cuarenta años siguientes, surgieron tantos estudios a favor como en contra, pero los que apoyaban la hipótesis lipídica se citaban seis veces más.
La hipótesis lipídica también justifica la existencia de las estatinas, los medicamentos más vendidos del mundo, y que son las famosas pastillas para hacer descender el colesterol.
Estas conclusiones se convirtieron casi en un dogma, y cuando un paciente acudía a la consulta con el colesterol LDL alto, y por tanto con riesgo de padecer aterosclerosis, la receta era siempre la misma: nada de embutido, ni huevos, ni mantequilla, ni leche entera, ni queso, ni carne roja, y tome esta dosis diaria de estatinas durante el resto de su vida.
La hipótesis lipídica hace aguas por todos lados:

¿Quieres cuidar de tu corazón y adelgazar? Deja los cereales de desayuno. Come huevos con bacon.

No mueras de un ataque al corazón, anda

Si la grasa no es culpable, ¿qué tenemos que hacer para reducir el riesgo de morir de un ataque al corazón? Muchos de los consejos habituales siguen siendo válidos, y hay otros nuevos:

  • Limita o elimina el azúcar, las harinas, pasta, cereales de desayuno, bebidas azucaradas, pasteles, zumos de fruta, y empieza a verlos como lo que son: precursores de la grasa en tus arterias y tu cintura.
  • Muévete más: tienes que hacer ejercicio intenso al menos media hora, cinco veces por semana.
  • Consume fibra en tu comida, sobre todo en forma de verduras, y en menor cantidad, de la fruta
  • Olvídate del tabaco
  • Limita el alcohol a una copa de vino al día
  • Reduce tu grasa corporal, muy distinto de reducir tu peso.
  • Elimina ya de tu dieta las grasas trans, que sí están relacionadas con las enfermedades cardiovasculares
  • Reduce tu estrés: si estás estresado se producen radicales libres que oxidan el colesterol LDL

Historia de otro error: la úlcera gástrica

Afortunadamente para todos, las creencias en medicina son sustituidas por los hechos probados. Un ejemplo es el tratamiento de la úlcera de estómago. Hasta los años 80, los médicos creían que las úlceras eran producidas por el estrés y la comida picante, y recetaban antiácidos para su tratamiento. En 1982, dos investigadores australianos, Warren y Marshall, descubrieron que la causa de las úlceras era una infección por una bacteria llamada Helicobacter Pylori. Su estudio fue muy criticado, los médicos de la época se agarraban a su historia del estrés, las enchiladas y los antiácidos. Harto de tanta ceguera, Marshall se bebió una placa petri llena de bacterias H. Pylori, y al cabo de los días desarrolló una gastritis, el principio de la úlcera. Tomó antibióticos, y los síntomas desaparecieron en dos semanas. Hoy en día, la úlcera gástrica se trata con antibióticos.


Foto: Butter, de Shutterstock, no reutilizar

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Aunque corras, no puedes comer todo lo que quieras https://www.operaciontransformer.com/2014/03/28/aunque-corras-no-puedes-comer-todo-lo-que-quieras/ https://www.operaciontransformer.com/2014/03/28/aunque-corras-no-puedes-comer-todo-lo-que-quieras/#comments Fri, 28 Mar 2014 12:44:41 +0000 http://transformer.blogs.quo.es/?p=2784 correr para comer
Correr para comer basura no te libra de la barriga y el riesgo de sufrir enfermedades
El genial autor del comic The Oatmeal confiesa que uno de sus motivos para salir correr es poder comer porquerías sin límite después. No es la primera vez que lo oigo. Pero no es una buena idea.
oatmela

– ¿De verdad? ¿Otra vez Gladiator? Y no creo que sea bueno que comas de esa forma.
– ¡Tonterías! He corrido 20 millas hoy.


En un estudio realizado con corredores de maratón se encontró que sus arterias estaban más bloqueadas incluso que las de la gente sedentaria. Aunque sus niveles de grasa, pulsaciones en reposo y niveles de colesterol “bueno” eran mucho mejores, el correr largas distancias no les libraba de las placas arteriales que pueden desembocar en una enfermedad coronaria.
¿Correr maratones provoca infartos? No se puede afirmar tal cosa, y hay que evitar sensacionalismos. Que las dos cosas ocurran juntas a veces no quiere decir que una sea la causa de la otra.
Sin embargo el Washington Post publica las opiniones de varios médicos que alertan de que el problema puede estar en la comida. Muchos corredores de larga distancia se toman la revancha después de una carrera comiendo todo tipo de pasteles, dulces, helados y bebidas azucaradas, pensando que lo compensan con sus actividad.

No eres un pozo sin fondo

Tras una carrera larga, de más de hora y media, hemos agotado nuestras reservas de glucógeno en los músculos y el hígado. Cuando se acaba el glucógeno, el cuerpo empieza a quemar sobre todo grasa y algo de tejido muscular como combustible.
Si te inflas a azúcares y almidón después de la carrera, pasan a la sangre como glucosa en sangre y de ahí a rellenar las reservas de glucógeno en los músculos y el hígado. Cuando esos almacenes están llenos, lo que sobra se convierte en grasa.
¿Cuántos carbohidratos hay que comer para que empiecen a rebosar en forma de grasa? Entre 400 y 500 gramos. Parece mucho, pero es el equivalente un litro de Coca Cola, dos platos de pasta y dos donuts.
El exceso de hidratos de carbono no solo se convierte en grasa, sino que aumentan tus niveles de colesterol LDL, y con ello el riesgo de enfermedades coronarias. Da igual cuánto corras.
Por supuesto que la comida basura engorda mucho más a una persona sedentaria que a un corredor, pero no es una carta blanca. Recupera tus reservas después de correr comiendo arroz, avena, boniato o patatas dulces, verduras y fruta entera (no zumo). Después, si todavía tienes hambre, puedes comerte ese pastel como premio.
Foto: running man, donuts de Shutterstock. No reutilizar

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Si haces pesas no te hace falta cardio https://www.operaciontransformer.com/2013/10/23/si-haces-pesas-no-te-hace-falta-cardio/ https://www.operaciontransformer.com/2013/10/23/si-haces-pesas-no-te-hace-falta-cardio/#comments Wed, 23 Oct 2013 09:23:49 +0000 http://transformer.blogs.quo.es/?p=2411 pesas sin cardio

Las pesas tienen los mismos beneficios cardiovasculares que los ejercicios aeróbicos.
Si lo que buscas es poner en forma tu corazón, cualquier médico te diría que hicieras más ejercicio cardiovascular, como correr, montar en bicicleta o nadar. Y es cierto, sin embargo un reciente estudio del Journal of Exercise Physiology ha comprobado que hacer pesas u otros ejercicios de resistencia hasta el fallo muscular tiene los mismos efectos beneficiosos que correr largas distancias. ¿Cuáles son estos beneficios? Principalmente mejorar la compensación del ácido láctico y aumentar la densidad de mitocondrias, la parte de las células que produce energía. Es decir, tener más «fondo», y el corazón más sano.
¿Cómo llegar al fallo muscular en un ejercicio de fuerza? Ni siquiera te hacen falta pesas. Una forma sencilla es haciendo los ejercicios muy lentamente.
Por ejemplo, haz flexiones en el suelo contando hasta diez para subir y hasta diez para bajar. Repite diez veces. Haz lo mismo con sentadillas. Llegará un momento en que no podrás hacer ni una más. Durante todo el tiempo estarás manteniendo tensión muscular y las pulsaciones altas, activando tu factor de transporte GLUT-4 que lleva la glucosa a tus músculos en lugar de a tus michelines.
Atención, esto no quiere decir que media hora de intervalos estratégicos pueda ser sustituida por diez flexiones en cinco minutos, por muy lentas que sean. No hay soluciones mágicas, al final tienes que sudar.  
Foto: business man doing fitness at work de Shutterstock, no reutilizar

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Come órganos https://www.operaciontransformer.com/2013/09/27/come-organos/ https://www.operaciontransformer.com/2013/09/27/come-organos/#comments Fri, 27 Sep 2013 09:06:59 +0000 http://transformer.blogs.quo.es/?p=2367 come órganos

Por qué tienes que comer más hígado, riñones, corazón, sesos y otras cosas deliciosas.
¿Has visto alguna vez a los leones y buitres devorar un antílope? Lo primero que atacan no es la pierna ni el solomillo, van directos a por el hígado, el corazón, los pulmones, los ojos y todo lo que no sea carne magra.
En efecto, los órganos son las partes más nutritivas de los animales, y harías muy bien en visitar la sección de casquería de vez en cuando si quieres comer más sano. Estos pueden convertirse en tus platos favoritos de ahora en adelante:
Hígado
El rey de las vísceras, hay gente que lo evita porque piensa que acumula toxinas, pero eso no es cierto. El hígado no acumula nada a no ser que el animal esté enfermo o haya sido tratado con hormonas (las hormonas para el ganado están prohibidas en Europa, aunque no en EEUU). Es la mejor fuente de vitamina A, y aporta cobre, ácido fólico, hierro, muchas proteínas y poca grasa. Mejor que sea de animales jóvenes, y nunca lo cocines demasiado, o se volverá duro como el cuero.
Corazón
Es un músculo, y tiene una gran cantidad de proteínas, hierro y poca grasa, además de selenio, fósforo, zinc y vitamina B. Para cocinarlo lo puedes marinar con sal y zumo de limón durante una hora, y después hacerlo a la plancha.
Sesos
El cerebro tiene menos proteína y un poco más de grasa que otros órganos, pero esa grasa no puede ser más saludable. Contiene grandes cantidades de DHA, el ácido graso imprescindible para mantener el cerebro en forma y, además, curiosamente, perder grasa corporal. También aportan vitamina B12. Para cocinar sesos, límpialos bien, déjalos en remojo y después los puedes saltear o empanar.
Riñones
Puedes comerlos sin miedo, porque los riñones tampoco acumulan toxinas. Contienen un montón de vitamina B12, B3 y B6, riboflavina y hierro. Muchas proteínas y poca grasa. Límpialos y déjalos en remojo para eliminar sabores fuertes antes de saltearlos con aceite de oliva.
Foto: chicken hearts de Shutterstock. No reutilizar
 

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El cortisol, el estrés y las cebras https://www.operaciontransformer.com/2012/09/26/el-cortisol-el-estres-y-las-cebras/ https://www.operaciontransformer.com/2012/09/26/el-cortisol-el-estres-y-las-cebras/#comments Wed, 26 Sep 2012 15:40:58 +0000 http://transformer.blogs.hearst.es/?p=1754  

El cortisol, la hormona del estrés, está ahí porque puede salvar tu vida. Pero también puede matarte poco a poco.
Quizá no te des cuenta, pero el interior de tu cuerpo a veces se parece a un episodio de Star Trek:
– ¡Toda la potencia a los propulsores principales!
– Capitán, nos quedaremos sin escudo, podrán destruirnos
– ¡Tenemos que arriesgarnos, hay que salir de aquí rápido!
En una situación de peligro, nuestro cuerpo busca energía rápidamente para que podamos pelear o salir corriendo. El cortisol, la hormona del estrés, es responsable de arrancar este mecanismo de emergencia. La glucosa, el combustible de las células se envía a los músculos.
Pero mientras tanto, los sistemas que no son esenciales para salir corriendo se desconectan, no reciben energía. Durante ese tiempo, no funciona el sistema inmunitario, el impulso sexual, la digestión, la regeneración de tejidos, nada que no sea urgente.
El cortisol es necesario. El neurocientífico Robert Sapolsky lo explica de forma genial en su libro «Por qué las cebras no tienen úlcera«. El cortisol nos ayuda a superar un cambio en nuestro equilibrio homeostático. Esto puede ser algo cotidiano como levantarnos por las mañanas, o tan excepcional como salir corriendo delante de un león, y funciona igual en los seres humanos y en las cebras.
Sin embargo, los seres humanos somos especiales. A diferencia de las cebras podemos disparar el mecanismo del estrés por peligros imaginarios, que vemos en el futuro, pero aún no han ocurrido. Así el cortisol se nos dispara constantemente: cuando nos aprietan con una entrega en el trabajo, cuando recibimos una bronca del jefe, cuando tenemos miedo de que nos despidan, cuando no llegamos a fin de mes, cuando vemos las noticias sobre la crisis. Cuando el cortisol está alto constantemente, tenemos estrés crónico.
Este estrés crónico debido a la incertidumbre y la preocupación no provoca por sí mismo enfermedades, pero como anula nuestras defensas, podemos enfermar con cualquier cosa, desde un catarro hasta un cáncer.
La combinación del estrés con el azúcar es fatal para tu cintura. El cortisol potencia los efectos de la insulina, esa hormona que hace que toda el azúcar que comas se acumule en forma de grasa. Especialmente en el caso de la grasa abdominal, tanto en en hombres como en mujeres.
También se ha comprobado que el estrés aumenta la concentración de colesterol «malo», ese que a la larga produce arterioesclerosis y ataques al corazón. En efecto, el colesterol alto no es por comer huevos. Es por el estrés.
El cortisol es fácil de medir. Si crees que estás estresado pide a tu médico que te haga una prueba muy sencilla a partir de tu saliva. Pero lo más importante es defenderte del estrés. Además de hacer deporte y comer bien, cambia de actitud:
 

No

Apuntar en un diario qué causa la situación de estrés, cómo te sientes y qué haces para remediarlo Evita entrar en una espiral  de estrés en la que una preocupación te lleva a otra.
Ejercicios de respiración profunda Tabaco, alcohol, comida basura, drogas
Cambiar o evitar la fuente del estrés si es posible. Aceptarla si no lo es. Huir de la situación, ver la televisión, procrastinar.
Colaborar y pedir ayuda a los demás Tomarla con los demás, echarles la culpa
Mantener el sentido del humor Enfadarse

 
 
 

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Necesitas echarle huevos https://www.operaciontransformer.com/2012/02/11/necesitas-echarle-huevos/ https://www.operaciontransformer.com/2012/02/11/necesitas-echarle-huevos/#comments Sat, 11 Feb 2012 14:37:22 +0000 http://transformer.blogs.hearst.es/?p=1110
Echa huevos a tu dieta. Los huevos tienen mala reputación, pero no debes creer todo lo que oyes.
Un error repetido: si comes muchos huevos, tendrás un ataque al corazón. Por fortuna, la ciencia avanza, y hoy se sabe que esto no es así.
Durante más de cuarenta años se ha propagado la misma idea. La ingesta de grasas hace aumentar el colesterol en sangre, que a su vez aumenta el riesgo de arterioesclerosis. A esta teoría de brocha gorda le están saliendo agujeros por los que cabe un autobús. Cruzando los datos de niveles de colesterol en sangre de la WHO en varios países con las muertes por enfermedad cardiovascular la conclusión es que no hay relación, o más bien, que la relación funciona al revés. Quienes tienen más colesterol, se mueren menos:

Los huevos son una víctima inocente. Llevamos años oyendo recomendaciones. No más de un huevo al día. No más de dos yemas por semana. Basta ya.
Los huevos son buenos por muchos motivos. Contienen una gran cantidad de nutrientes empaquetados de forma natural y por solo 75 Calorías la pieza:

  • Colina, esencial para el cerebro y la memoria
  • Luteína y zeaxantina, antioxidantes que previenen las enfermedades oculares
  • Folatos
  • Riboflavina
  • Selenio
  • Vitamina B12

El colesterol en los huevos no sube el colesterol en la sangre tanto como se cree. Al contrario, según un estudio reciente, un lípido en los huevos impide que el colesterol se absorba. Si de verdad te preocupa el colesterol, deja de tomar azúcar.
Pero no todos los huevos son iguales. Cualquiera que haya comido un huevo de pueblo lo ha notado. No es solo el sabor. Los huevos de las galllinas criadas en libertad se diferencian de los huevos “industriales” de gallinas en jaulas:

  • ⅓ menos de colesterol
  • ¼ menos de grasa saturada
  • ⅔ más de vitamina A
  • 2 veces más Omega 3
  • 3 veces más vitamina E
  • 7 veces más caroteno

La diferencia está en la dieta de las gallinas. Las de campo comen todo tipo de semillas, hierba e insectos. Las de jaula, solo piensos.
Cada día es más difícil conseguir buenos huevos. Los llamados huevos camperos son de gallinas criadas en el suelo, no en jaulas, pero siguen comiendo pienso. Los llamados ecológicos solo garantizan que los piensos que comen son ecológicos. Aún así tienen una calidad y un sabor un poco mejores. Come los mejores huevos que puedas encontrar, pero come huevos.
Atención: tampoco te pases de calorías.
 

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Las zonas de tu corazón https://www.operaciontransformer.com/2011/03/29/las-zonas-de-tu-corazon/ https://www.operaciontransformer.com/2011/03/29/las-zonas-de-tu-corazon/#comments Tue, 29 Mar 2011 19:11:17 +0000 http://transformer.blogs.hearst.es/?p=91 la zona de tu corazón
No, no me estoy poniendo romántico. Hablamos ahora de perder grasa, que es diferente a perder peso. Para conseguirlo, uno de los ingredientes es el ejercicio aeróbico. Pero ¿cuánto hay que sudar? Empecemos por tomarnos el pulso.
Da igual que nuestro ejercicio favorito sea correr, montar en bicicleta o la máquina elíptica. Tu cuerpo utiliza como combustible las reservas de azúcares, en forma de glucógeno, y la grasa. Según el ritmo cardíaco que mantengamos durante el ejercicio aeróbico quemaremos más o menos percentaje de grasa.
 
Cuidado, si el ejercicio es muy intenso, y no quedan reservas de glucógeno, tu cuerpo podrá quemar grasa a velocidad suficiente, y empezará a quemar músculo. Para usar más porcentaje de grasa y preservar el músculo, lo más indicado es el ejercicio suave y prolongado.
La intensidad del  entrenamiento se mide como un porcentaje de nuestras pulsaciones máximas, entre cero y 100%.

  • Hasta el 60% del ritmo máximo se considera calentamiento. Es decir, hay que sudar más.
  • Entre el 60% y el 70% se consume el mayor porcentaje de grasa
  • Entre el 70% y el 80% se consume algo menos de grasa, pero a cambio se mejora la resistencia aeróbica (aumentamos nuestro “fondo”)
  • Entre el 80% y el 90% el cuerpo se entra en la zona anaeróbica, donde casi no se consume grasa.
  • Por encima del 90% llegamos al límite del esfuerzo

¿Cómo sabemos a qué pulsaciones corresponden los porcentajes? Hay una fórmula aproximada:

 Ritmo máximo = 220 - edad

Si tienes 30 años, tus ritmo cardíaco máximo estará en 190 pulsaciones por minuto. Si quieres perder el máximo de grasa, tendrás que mantener tus latidos entre el 60% y el 70%, es decir, entre 114 y 133 pulsaciones, en sesiones de 40 minutos o más.
La fórmula de Karvonen es más exacta, porque tiene en cuenta las pulsaciones en reposo. Tómate el pulso nada más despertar, sin salir de la cama. Usa una calculadora como esta para calcular los valores de Karvonen.
Durante el ejercicio, la mejor forma de controlar las pulsaciones es usar un pulsímetro. Muchos de estos aparatitos calculan las zonas de entrenamiento por nosotros. La marca Polar es la más conocida, pero se pueden encontrar modelos más baratos, como los de la cadena Decathlon. Lo importante es medirse, y ver los progresos.
Aunque al 60-70% se consume más porcentaje de grasa, pero no más grasa en total, porque el esfuerzo es menor. Si quieres maximizar la cantidad de grasa que quemas, hay que combinar los intervalos y el ritmo suave, utilizando el cardio estratégico.
 

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