Aunque no lo creas, tu mente influye, y mucho, en la cantidad de esfuerzo que eres capaz de hacer

Todos hemos oído la historia de la madre que fue capaz de mover un coche para salvar a su hijo atrapado debajo. Esta adaptación sobrehumana se llama fuerza histérica, y se produce cuando un incremento en adrenalina hace que el cerebro envíe señales más intensas a los músculos,  que se contraen con mayor fuerza.

Si hackeas tu cerebro para que envíe señales más intensas, puedes conseguir hasta un 20% más de fuerza hoy mismo. Sigue estos pasos:

• Concentración: para que funcione, no puede haber distracciones. Deja la música en casa. Si lo haces bien te olvidarás del mundo exterior.
• Visualización: cierra los ojos e imagínate a ti mismo levantando el peso. Siente la tensión en tus músculos, y repite el movimiento en tu mente dos o tres veces. Esto hace que tu cerebro aprenda cómo enviar las señales adecuadas a los músculos.
• Punto de referencia externo: se ha comprobado que se ejerce más fuerza si eliges un punto de referencia externo a tu cuerpo. Por ejemplo, al hacer flexiones, en lugar de pensar que estás contrayendo tus pectorales, concéntrate en el suelo y piensa en sepárate de él. O mejor aún, como Chuck Norris, piensa que estás empujando el planeta hacia abajo.

La conexión entre tu cerebro y tus músculos tiene que fortalecerse cada día. Nunca entrenes con piloto automático, intenta pensar en lo que estás haciendo y durante ese tiempo, concéntrate en mover el mundo.

Foto: man doing pushups de Shutterstock, no reutilizar.