Quien la sigue la consigue: así mide la ciencia la fortaleza mental

Los Navy SEALS son un cuerpo de élite dentro de los marines de EEUU. Si el entrenamiento de los marines es legendario por su dureza, el de los SEAL está en otra liga. Al final del proceso los soldados tienen que pasar por la conocida “semana del infierno” durante la cual duermen dos horas al día, están permanentemente expuestos a los elementos en una playa helada, y todo ello mientras no paran de hacer flexiones, dominadas, carreras o lindezas como correr varios kilómetros en grupos de seis con una barca de 200 kg apoyada en sus cabezas, o cargar con troncos de árbol durante horas. 

Los instructores están constantemente gritando a los soldados con megáfonos que no sirven para nada, y solo tienen que tocar una campana para dejar de sufrir y tomar un café caliente con donuts. Entre el 75 y el 80% de los que llegan hasta la semana del infierno abandonan, incluso después de muchos meses o años de preparación.

¿Sadismo? En realidad durante esa semana infernal se está midiendo una variable muy bien estudiada: la fortaleza mental. Los instructores seguramente terminarán en una misión con esos mismos soldados que están al borde del colapso, y quieren asegurarse de que, llegado el momento, no les abandonarán. 

La fortaleza mental o “mental toughness” también se puede traducir por temple, que el diccionario define como “fortaleza enérgica y valentía serena para afrontar las dificultades y los riesgos”.  La investigadora Angela Lee Duckworth encontró en su estudio que el factor que mejor predice el éxito de los soldados en circunstancias tan extremas no es la fuerza física, ni el talento, ni la inteligencia, sino precisamente el temple o “grit” que ella define como “la perseverancia y pasión para alcanzar metas a largo plazo”. Aguantar lo que haga falta y seguir adelante.

En un entorno menos agresivo, pero igualmente exigente, los estudiantes con mayor autodisciplina eran los que conseguían mejore resultados, sin que importara tanto el coeficiente intelectual, las horas dedicadas al estudio o la asistencia a clase.

Es algo que todos identificamos de forma instintiva, siempre conocemos a alguien que suple con perseverancia su falta de talento, y termina teniendo más éxito que otras personas que parecían mejor situadas. La buena noticia es que la fortaleza mental, como cualquier otra fortaleza, se puede entrenar.

Si la fortaleza mental es la clave para aguantar las exigencias físicas, al revés también se cumple: la fatiga mental disminuye el rendimiento físico, incluso cuando no se haya hecho ningún tipo de esfuerzo muscular. Los estudiantes con mayor fortaleza mental también son menos susceptibles a “quemarse” debido a las cargas académicas. Los atletas con mayor fortaleza mental también se lesionan menos y se ponen enfermos con menos frecuencia.

Así te haces más fuerte mentalmente

Si la ciencia ha comprobado los beneficios de la fortaleza mental, también ha encontrado formas para desarrollarla. No es un atributo que se herede, es una actitud y una habilidad que se desarrolla con la práctica. La doctora Duckworth propone estas medidas en su libro “Grit: El poder de la pasión y la perseverancia“:

  • Busca algo que te interese y que tenga significado: si el objetivo no nos importa un pepino, no es posible perseverar. Tiene que haber cierta pasión y un propósito, como por ejemplo ayudar a la gente.
  • Olvídate de la motivación y en su lugar adquiere el hábito: los escritores que escriben solo cuando están inspirados no llegan a publicar, la mayor parte de los escritores de éxito escriben varias horas al día como hábito, sea bueno o malo lo que producen.
  • Necesitas apoyo de otras personas: quienes tienen el apoyo de un mentor o alguien que les inspire tienen más probabilidades de conseguir lo que buscan. Lo mismo ocurre al unirse a un grupo que tenga intereses similares.
  • Ponte objetivos pequeños y hazlos bien: los marines adquieren como costumbre hacer la cama todos los días, sin falta. Es un pequeño logro que produce satisfacción y ayuda a comenzar con el resto de las tareas.

¿Tiene esto sentido o es un invento new age? En un estudio en el que se revisaron más de 60.000 casos, se encontró que en realidad había una correlación fuerte entre la perseverancia y uno de los rasgos de personalidad clásicos denominado “responsabilidad” o “escrupulosidad”, que se define como “cuán centrado está el sujeto en sus objetivos, y cuán disciplinado se muestra para la consecución de dichos fines”. En el estudio se demostró que la clave estaba en la perseverancia en el esfuerzo, independientemente de otros factores.

En definitiva, según la ciencia para conseguir algo sale más rentable dejar de pensar y hacerlo. Además de tener más probabilidades de alcanzar el objetivo, se ejercita la parte del cerebro que nos permite, precisamente, seguir intentándolo.

¿En qué se basa todo esto?

Developing Mental Toughness: From Research to Practice
De importancia central es el desarrollo de la resolución de problemas independiente y la responsabilidad personal a través de un entorno de aprendizaje desafiante pero de apoyo. Argumentamos que para desarrollar la fortaleza mental, los atletas jóvenes deben ser expuestos gradualmente, en lugar de estar protegidos de situaciones exigentes en el entrenamiento y la competencia, para aprender cómo sobrellevar la situación.

Grit: perseverance and passion for long-term goals.
No obstante, el temple (grit) demostró una validez predictiva incremental de las medidas de éxito más allá del cociente intelectual y la escrupulosidad. En conjunto, estos hallazgos sugieren que el logro de objetivos difíciles implica no solo el talento sino también la aplicación sostenida y enfocada del talento a lo largo del tiempo.

Self-Discipline Outdoes IQ in Predicting Academic Performance of Adolescents
La autodisciplina medida en el otoño representó más del doble de varianza que IQ en las calificaciones finales, selección de escuela secundaria, asistencia escolar, horas dedicadas a la tarea, horas dedicadas a ver televisión (inversamente) y la hora del día en que los alumnos comenzaron a hacer sus tareas .

Mental fatigue impairs physical performance in humans
Nuestro estudio proporciona evidencia experimental de que la fatiga mental limita la tolerancia al ejercicio en humanos a través de una mayor percepción de esfuerzo en lugar de mecanismos cardiorrespiratorios y musculoenergéticos.

The Relationship between Mental Toughness, Stress, and Burnout among Adolescents: A Longitudinal Study with Swiss Vocational Students
Aunque no se encontraron efectos de interacción significativos entre el estrés y la fortaleza mental en la predicción del agotamiento, la inspección gráfica de las interacciones indicó que entre los estudiantes con alto estrés, aquellos con alta fortaleza mental permanecieron por debajo del límite de desgaste leve, mientras que un aumento en el agotamiento los síntomas se observaron entre pares con baja fortaleza mental.

IMPACT OF MENTAL TOUGHNESS TRAINING ON PSYCHOLOGICAL AND PHYSICAL PREDICTORS OF ILLNESS AND INJURY
Alterar la interpretación del atleta de situaciones estresantes a través del entrenamiento de dureza mental podría cambiar la forma en que el atleta evalúa su capacidad para manejar los factores estresantes del entrenamiento y competencia, y puede atenuar los resultados psicológicos negativos asociados con aumento de la enfermedad y el riesgo de lesiones.

Much ado about grit: A meta-analytic synthesis of the grit literature.
También encontramos que la perseverancia de la faceta de esfuerzo tiene una validez de criterio significativamente más fuerte que la coherencia de la faceta de interés y que la perseverancia en el esfuerzo explica la varianza en el rendimiento académico incluso después de controlar por la escrupulosidad.