Si la depresión otoñal te está pasando por encima, usa este truco para empezar el curso con energía.
Uno de los fenómenos relacionados con la depresión post vacacional, como todas las demás depresiones, es el descenso de los niveles de serotonina y dopamina, los neurotransmisores que regulan nuestro estado de ánimo y el mecanismo de recompensa. Si estás deprimido, no te apetece moverte, y es casi imposible hacer deporte. Sin embargo, también funciona al revés: cuando te mueves, dejas de estar deprimido. Cuando haces ejercicio ocurren dos cosas
- En primer lugar el hipocampo y el cortex de tu cerebro empiezan a transmitir a mayor velocidad, con lo que aumentan los niveles de serotonina.
- Por otro lado, la fatiga que produce el deporte hace que tu cerebro utilice más cantidad del triptofano que obtienes de tu comida. El cuerpo utiliza el triptofano para fabricar serotonina, así que se facilita su que aumenten sus niveles.
Cuanto más ejercicio hagas, más serotonina producirá tu cuerpo, menos ansiedad tendrás. Funciona, excepto cuando hacer deporte te produce ansiedad, claro. Si vas al gimnasio a sufrir, correr te parece un castigo y hacer flexiones una condena, estás haciendo todo lo contrario a lo que necesitas.
Tienes que convertir la actividad física en algo divertido, y eso se consigue asociando mover tu cuerpo con tener buenas sensaciones. Y nada te sube el ánimo tanto como saltar.
Prueba con esto: ponte de pie, saca pecho mira hacia arriba y salta diez veces con los pies juntos, tan alto como puedas. ¿Te sientes mejor? Repite otras diez veces. No es posible tener el ánimo por los suelos mientras saltas.
Haz los saltos parte de tu rutina diaria, y asócialos a momentos del día en los que necesites un empujón. Por ejemplo:
- Salta diez veces al levantarte por la mañana. La ducha ya no da tanta pereza ahora.
- Salta diez veces llevando las rodillas al pecho antes de empezar tu entrenamiento en el gimnasio. Acelerarás tus pulsaciones y engrasarás tus articulaciones.
- Salta diez veces antes de una reunión importante, una presentación o un examen. Puede que tengas que esconderte en el baño para hacerlo.