Tu smartphone puede acabar con tu productividad y tu vida sexual. Si no controlas tu teléfono inteligente, él te controlará a ti.
Tu smartphone pone Internet en tu bolsillo, hace tu vida más fácil, pero también puede destruirla. La presión de estar siempre conectado, responder inmediatamente a los mensajes de correo electrónico, en cualquier lugar, es gasolina para el estrés. Si estás pendiente de ese email del trabajo no puedes disfrutar de tu vida sexual, ni de tus amigos, ni de tu tiempo libre.
En un estudio informal en el Reino Unido se descubrió que un 50% de los adultos se llevaban el teléfono inteligente a la cama para mirar Facebook o chatear durante 90 minutos de media. Eso significaba dormir menos horas y tener menos sexo.
Por si fuera poco, si estás conectado permanentemente también eres menos productivo en el trabajo.
Leslie Perlow, profesora de la Harvard Business School, estudió el comportamiento de los empleados de Boston Consulting Group, una empresa especialmente estresante. Siguiendo sus instrucciones, los ejecutivos apagaron sus blackberries y ordenadores durante unas horas al día, de forma planificada. Lo llamó tiempo de descanso predecible (PTO, Predictable Time Off).
Los resultados son sorprendentes. Los empleados se encontraban más motivados, más satisfechos, y además, había aumentado su eficiencia, su productividad y su capacidad de trabajar en equipo. Los resultados pueden leerse en su libro Sleeping With Your Smartphone.
No dejes que tu smartphone controle tu vida. Estos son cuatro trucos para recuperarla:
- Desactiva el modo “push” de tu teléfono y cambia la recepción del correo electrónico a modo manual. Con esto eres tú el que decide cuándo descargar los nuevos mensajes. Ya sabes que es más efectivo hacerlo a determinadas horas del día.
- Apágalo por la noche. Parece una obviedad, pero los mensajes entrantes, incluso en modo vibración, pueden alterar tu sueño.
- Dos horas en modo avión. Si estás en el gimnasio, comiendo, con tu pareja, tu familia o tus amigos, o simplemente necesitas concentrarte con algo del trabajo, pon tu teléfono en modo avión para que no pueda recibir mensajes durante dos horas. Programa una alarma para volver a encenderlo.
- Un día desconectados. Planifica con tu pareja (o sin ella) un día entero sin correo electrónico, ni whatsapp, ni SMS. Apaga el teléfono durante 24 horas. Sal de la ciudad, toma el aire, haz deporte, lee un libro, ve al teatro, practica más sexo.
El mundo no se va a terminar porque tú no respondas un mensaje inmediatamente. Te sorprenderás de lo que eres capaz de hacer y disfrutar cuando no hay interrupciones en tu bolsillo.
si, esta bien, pero luego cuando lo vuelves a activar estas con el síndrome de abstinencia. Revisando todo el wasap y los mensajes como loco.
a mi me suele pasar…
Seguramente tu no crees que SIEMPRE están en mi mente. pero así es. Este archivo no es para que te preocupes de tu «actividad sesual» sino de cómo y cuánto valoras tu vida personal vs la laboral.
Besos.
A mí me hace gracia las personas que están todo el santo día pegadas el teléfono.
Parejas sentadas en un bar y uno de los dos o los dos enganchadas al smartphone sin hablarse entre ellos (yo pienso que se hablan por whatsapp xD), los que salen por la noche y no hablan con los colegas por estar pendiente del teléfono (se tiran toda la noche con la cara iluminada), gente que no presta atención cuando va caminando por la calle o conduciendo (y después hay accidentes)… os presento a… ¡Los «Tecnozombis»!.
Saludos.