Si no avanzas con tu vida, tu cuerpo o tu mente, puede que lleves una pesada carga encima: tu miedo.
El miedo mata la mente, como bien se puede leer en Dune. Muchas veces son nuestros miedos irracionales los que nos impiden dar un paso importante, nos mantienen atados a una vida poco saludable, estancados en un trabajo horrible o una relación destructiva.
El miedo está bien si vives en la naturaleza y te sirve para huir de un oso, pero no es bueno si te impide hacer deporte, expresar tus opiniones o hablar con una chica porque temes hacer el ridículo. Está todo en tu cabeza. No es real, y la mejor forma de enfrentarte a él dentro de tu mente.
- Identifica tu miedo: hay algo que quieres hacer y no haces. Pregúntate a ti mismo si es por miedo a algo.
- Deconstruye tu miedo. Haz preguntas simples. No te atreves a pedir un cambio de destino a tu jefe porque tienes miedo. Tira del hilo de ese miedo:
- ¿Qué puede pasar si pido el cambio? Que me despidan
- ¿Qué pasará entonces? Que nunca encontraré otro trabajo
- ¿Y qué pasará entonces? Que mi familia me abandonará porque no podré mantenerla
- ¿Y entonces? Que caeré en una profunda depresión
- ¿Y después? Que me veré viviendo en la calle, alcohólico y empujando un carrito de supermercado
- ¿Y después? Me suicidaré.
- Toma la pregunta inicial y ponle a continuación la conclusión final: “Si pido el traslado a mi jefe me suicidaré”. Ridículo, ¿verdad?
- Busca resultados alternativos que terminen bien: si pido el traslado le pareceré una persona con iniciativa y me considerará mejor. Si pido el traslado me dirá que no, pero se interesará por mi situación y me ayudará a mejorar.
Lo mismo sirve para acercarte a esa chico o chica que te gusta, vestirte de cocodrilo en carnaval, saltar en paracaídas, entrenarte para un maratón o emprender un nuevo negocio. Ponle cara y ojos al miedo, a lo mejor puedes reírte de él.
Foto: @notnixon
Creo que esto lo has podido explicar mejor en otras entradas de tu, por otra parte, excelente blog:
Aquí estamos hablando de salir de la zona de confort: Tu casa, tu trabajo y vuelta a empezar: Si la mente te dice «debería salir a correr» «debería decir algo a esa chica/o que me hace tilín», terminamos no haciéndolo poniéndonos excusas como las que cuentas arriba. El tiempo pasa y te hundes, sin hacer cosas que realmente te gratifican, y aunque a priori lo tienes todo en orden.
Pues bien, una vez que te animas y lo haces, compruebas que ha valido la pena atreverte, y que mejoras como persona. Y ojo que no importa el «cómo» haces las cosas, sino el «qué».
Que las hagas.
Gracias por el mensaje. es una buena ocasión para recordar el post anterior:
https://www.operaciontransformer.com/2011/09/09/tres-propositos-sayonara-confort/
Muchas veces es el miedo lo que nos impide salir de la zona de confort, y dar ese primer paso es aterrador. Si se trabaja primero el miedo, es más fácil.
Me ha gustado mucho cómo has sintetizado la manera de identificar y enfrentarse a tus miedos. Racionalizar tus miedos irracionales es la mejor manera de ver que es muy improbable que ocurran y por lo tanto, no deberían angustiarte.
Por cierto, fui alumno tuyo en Almería en la clase de Community Manager :)) Acabo de ser otorgado el sello de la Asociación Española de Intolerantes a la Lactosa como la primera web recomendada :))
Por si te interesa: http://www.recetassinlactosa.com
Muy interesante el post,has hecho bien en mencionar el ejemplo del oso ya que en muchos caso el miedo nos ayuda a sobrevivir.Decia un psicologo que el ser humano cuando viene al mundo nace con solo dos miedos o temores ;el ruido y la sensaciòn del caer ,los demàs miedos el hombre se los inventa en el trascurso de la vida.Opimo post.