Hoy es una suerte tener trabajo, pero la oficina sigue siendo mala para tu salud. Protégete.
Con más de la mitad de la humanidad viviendo en ciudades, lo normal es tener un trabajo de oficina, con el trasero en una silla con ruedas, pisando moqueta y mirando una pantalla de ordenador durante horas y horas. Estos son los peligros de la oficina:
Esa espalda recta
Ya hemos visto antes que el cuerpo humano no está hecho para sentarse durante tantas horas. Además de la inactividad, muchas veces encorvamos la espalda, ejerciendo presión en los músculos lumbares y a la larga causando dolor crónico. Si no puedes trabajar en una mesa elevada, regula bien tu silla, ponte recto y levántate siempre que puedas, por ejemplo, para hablar por teléfono o reunirte con otras personas. Aprovecha tu móvil o tableta para ver tu correo de pie.
Horas y más horas extra
Si trabajas demasiadas horas, te pondrás enfermo. En principio, trabajar es bueno, porque mantiene tu mente en forma. Pero a medida que pasan las horas, los beneficios desaparecen. En varios estudios se ha comprobado que las personas que trabajan más horas tienen menos rendimiento intelectual. Es decir, quedarte hasta las tantas te vuelve más tonto. El presentismo es una plaga. Habla con tus jefes, y si no escuchan, protégete tomando descansos. Tu salud es más importante que su bonus.
El estrés y la falta de control sobre tu destino
Como demostró el neurobiólogo Sapolski, lo que te mata no es el estrés del trabajo, sino el estrés de la incertidumbre. En el estudio Whitehall en el Reino Unido, los jefes estaban más sanos que los subordinados. Los jefes podían controlar los resultados de su trabajo, y sufrían picos de estrés que después desaparecían. Los subordinados, sin saber lo que les espera, sufrían estrés crónico, que es el que acaba con tu salud. Si tienes un jefe difícil, haz deporte o alguna actividad donde tú estés al mando y seas responsable de tu éxito.
Lávate las manos
Si el estrés te hace más susceptible a las enfermedades, las oficinas son además un nido de bacterias y virus. Una combinación mortífera. Si se trata de un espacio sin divisiones, una gripe puede dejar a toda la plantilla fuera de combate en cuestión de días. Un teclado de ordenador tiene más gérmenes que la taza del inodoro. Una forma sencilla de prevención es lavarte las manos más a menudo, sobre todo antes de comer. Si estás enfermo, no vayas a trabajar. No es por ti, sino por los demás.
Cosas de las que no te deberías preocupar:
- Tu vista: no hay pruebas de que trabajar con ordenadores afecte a la vista más que otras actividades. No obstante, procura darle un descanso a tus ojos mirando al horizonte de vez en cuando.
- Los campos electromagnéticos, móviles y WiFi: estudio tras estudio y no hay pruebas de que los campos electromagnéticos causen problemas de salud. Tu jefe abusivo es mucho más cancerígeno.
- El aire acondicionado: a no ser que esté sucio, o contaminado por bacterias, es el mismo aire de la sala donde estás. No causa más problemas, pero tampoco menos. Al menos ya no se fuma.