Así minimizan los biohackers los daños de las comilonas de Navidad.
Cada año llegan las celebraciones navideñas y el desfile de dulces, alcohol y ¿he dicho dulces? En estas fechas podemos llegar a las 5.000 kcal al día casi sin darnos cuenta, y la mayor parte provienen de una combinación de azúcar y grasa, en el momento en que menos nos estamos moviendo.
Para tu metabolismo estos días son una bomba nuclear. Pero esta catástrofe se puede paliar en parte con unos pequeños cambios:
Dosifica la fuerza de voluntad
Tendemos a pensar que la tienes o no la tienes, pero la fuerza de voluntad es como un depósito que se agota. Puede que resistas al primer turrón, a la segunda copa, pero al final, caes. En lugar de no comer, aprovecha mientras tienes fuerza de voluntad para comer cosas sanas.
Come las proteínas primero
Si te espera una larga y ancha comilona el día de Nochebuena, no empieces por los dulces, el pan y los aperitivos. Si empiezas en su lugar por una sopa, y después pasas al asado o pescado, estarás comiendo alimentos saciantes y te quedará menos sitio y ganas para los postres.
Elige el alcohol
No todos los alcoholes son iguales, elige aquellos que producen menos inflamación. Elige vino antes que cerveza, y blanco antes que tinto. De los licores, cuanto más transparentes, mejor. El vodka mejor que el ron. Tu resaca será mucho más llevadera.
Suplementos
La vitamina C y la vitamina B antes de ponerte como el quico ayudarán a tu cuerpo a aguantar el estrés oxidativo. Lo más importante: no dejes de beber agua en todo momento.