Me he puesto enfermo, ¿debo entrenar o no?

entrenar enfermos
Así que has pillado una gripe o un resfriado. ¿tienes que seguir entrenando?
Las personas activas nos ponemos enfermas con menos frecuencia que las sedentarias, porque estar en forma mantiene tu sistema inmunitario alerta. Sin embargo, nadie es invulnerable y en algún momento caemos víctimas de los microorganismos. Entonces llega el dilema: ¿entrenar o reposar?
Hay información contradictoria en cuanto a la conveniencia de hacer esfuerzos mientras pasamos la gripe o el resfriado. Hay que dice que ayuda a la recuperación, y quien insiste en que te quedes en la cama.
Para empezar debemos saber qué hace el ejercicio a nuestro sistema inmunitario dependiendo de su intensidad y duración:

  • Ejercicio corto e intenso: como los intervalos de alta intensidad. No tiene efecto sobre el sistema inmunitario.
  • Ejercicio moderado: por ejemplo, caminar en la cinta inclinada durante 40 minutos, o subir y bajar escaleras. Potencia el sistema inmunitario.
  • Ejercicio intenso y largo: como correr durante más de una hora. Deprime el sistema inmunitario.

La conclusión está clara, si haces ejercicio, debe ser moderado y no muy largo. Pero ¿debes hacer ejercicio? La diferencia está en el tipo de infección.

Infección vírica (gripe)

Si se trata de la gripe, el atacante es un virus, y produce fiebre, vómitos, diarrea y dolores en las articulaciones. Si hay fiebre, es una señal de que tu cuerpo está empleando la energía en luchar contra el virus. En estos casos es mejor reposar hasta que pase la fiebre, y una vez hayas vuelto a la normalidad, en dos o tres días, introducir ejercicios moderados.

Infección bacteriana (resfriado)

Por el contrario, si es una infección respiratora, suele ser bacteriana, y los síntomas son moqueo, tos y congestión. Si no hay fiebre, puedes hacer ejercicio suave los primeros dos días, e ir aumentando la intensidad a partir del tercero. Con esto conseguirás un alivio de las vías respiratorias y acelerarás tu recuperación.
Es un buen momento para recordar que si tienes la gripe y fiebre, NO DEBES TOMAR ANTOBIÓTICOS. Los anibióticos no matan a los virus, solo a las bacterias. Te convertirás en una placa Petri con patas para que se desarrollen bacterias resistentes a los antibióticos y no te hagan efecto cuando los necesites, y lo que es peor, no te harán ningún efecto.