No se ven muchos niños menores de 13 años en los gimnasios. Sin embargo, los niños y las niñas también pueden y deben hacer ejercicios con pesas.
Esta niña tiene nueve años. Se llama Milla Bizzotto y hace poco completó la BattleFrog Xtreme Race, una carrera de obstáculos de 24 horas creada para los marines, además de hacer peso muerto, dominadas o remo renegado con kettlebells. Puedes seguirla en Instagram como @millastarfma.
Nueve. Años.
¿Cuál es tu excusa?
El principal motivo por el que la gente tiene miedo de hacer que sus hijos hagan ejercicios con pesas es un mito muy extendido, pensar que entrenar con pesas afecta al cartílago del crecimiento, impedirá que crezcan adecuadamente y los convertirá en enanitos musculosos para el resto de sus días.
Esto es falso. El cartílago del crecimiento es la parte en los extremos de los huesos largos, como el fémur, y es la que permite que el hueso siga ganando en longitud en los primeros años de vida. Este cartílago se va convirtiendo en hueso con el paso del tiempo, y a partir de los 25 años la mayor parte de la gente ya no crece más.
Sin embargo, los estudios indican que las lesiones en el cartílago del crecimiento no se producen por entrenar con pesas, sino por el mal uso del equipo, pesos excesivos, falta de supervisión de un adulto o técnica inadecuada. Es decir, el riesgo de sufrir lesiones haciendo pesas es el mismo que practicando cualquier otro deporte.
Según el Consejo Americano del Ejercicio, los niños pueden empezar a levantar pesas a la edad de siete u ocho años, cuando son capaces de comprender y seguir instrucciones. La Academia Americana de Pediatría indica que este entrenamiento es perfectamente seguro, siempre que no se usen pesos extremos y el entrenamiento esté supervisado por un profesional que se asegure que los niños usan la técnica adecuada. Según la misma institución, todos los niños tendrían que hacer al menos una hora de ejercicio vigoroso al día.
Otra de las ideas preconcebidas es que los niños que no han llegado a la pubertad no se benefician del entrenamiento de pesas porque aún no tienen suficiente testosterona. Esto sería lo mismo que decir que las pesas no son para las mujeres: un error.
El desarrollo muscular es menor, pero los niños que entrenan al menos dos veces por semana con ejercicios de fuerza pueden aumentar su fuerza entre un 30% y un 50% al cabo de dos o tres meses. El aumento de fuerza tiene un efecto inmediato en la práctica de otros deportes: los niños y niñas tienen más velocidad, más potencia, lanzan más lejos, saltan más alto.
Lo que no se puede hacer es poner a un niño de 11 años a competir en halterofilia. Batir récords con pesos máximos no es una buena idea, porque esos esfuerzos sí pueden producir lesiones. Según la International Sport Science Association, para entrenar con pesos máximos hay que esperar a que se manifiesten las características sexuales secundarias. Es decir, pelos en sitios distintos de la cabeza.
Un programa de resistencia bien pensado les puede ayudar más tarde a estar en buena forma. He aquí cómo plantearlo:
Foto: Enrique Cabal
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Los beneficios de un posible entrenamiento con pesas en niños, son infimos comparados con las posibles desventajes, osease lesiones. Deja de decir estupideces porque hay gente q tristemente se las cree.
Hola Álvaro, lamento que esa sea tu opinión. Como verás si sigues los enlaces, hay instituciones y expertos que respaldan el consejo del entrenamiento de fuerza para niños, siempre de forma controlada.