Los años que te quedan por vivir, y cómo los vives, están determinados por lo que ocurre dentro de tu cabeza.
Esta es la parte más importante, y también la más difícil, de una vida larga y sana. Con la comida y el ejercicio mantendrás tu cuerpo en forma durante muchos años, pero si tu cerebro no te acompaña, no podrás disfrutarlos. Tu mente te puede poner enfermo, y también te puede mantener sano. Cuando tu cabeza está en forma, es mucho más sencillo mantener el resto de tu cuerpo cuidando la alimentación y el deporte.
Estamos de acuerdo en que el estrés, la depresión y las adicciones son dolencias del cerebro. Sin embargo, cuando las padeces, pasan factura al estado físico de todo tu cuerpo:
- El estrés crónico hace que aumenten los niveles de cortisol, que a su vez provocan que tu cuerpo acumule más grasa y aumenta el riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
- La depresión y la ansiedad influyen en la forma de comer y provocan antojos de dulces, te roban la motivación necesaria para hacer deporte, e impiden que duermas bien, lo que a su vez afecta a tu sistema inmunitario y eleva el estrés.
- Las adicciones al tabaco, el alcohol, las drogas, o incluso al azúcar, desestabilizan el sistema de recompensa de tu cerebro, haciéndote creer que necesitas estas cosas para estar bien. Sin embargo, solo agravan la situación. Por si fuera poco, las personas adictas tienen mayor riesgo de padecer estrés, depresión y ansiedad, con lo que volvemos al principio.
Como ves, todo está conectado. Si tu cerebro no está en orden, tu cuerpo sufrirá. Si tu cuerpo sufre, tu cerebro termina desestabilizado. Lo bueno de este círculo es que también gira en el otro sentido. Si mejoras tu estado de ánimo, tu cuerpo empezará a responder. Si mueves tu cuerpo, tu estado mental mejorará.
Oigo decir a alguien al fondo que, a medida que envejeces, mantener el cerebro en forma es como una lotería. Que nadie está a salvo de padecer Alzheimer, por ejemplo que es la principal causa de demencia y afecta al 6% de las personas con más de 65 años. Aunque es cierto que no se sabe exactamente cómo funciona, los últimos estudios indican que esta dolencia está íntimamente ligada al sistema inmunitario, relacionada con infecciones bacterianas o por hongos, apuntando a la posibilidad de que se pueda transmitir de unas personas a otras.
Pues bien, ¿sabes qué afecta directamente al sistema inmunitario? El estrés. De hecho, tanto el estrés como la depresión, e incluso tener mal humor, son factores de riesgo para padecer Alzheimer. Si de verdad resulta ser una lotería, no tiene sentido comprar boletos todos los días.
¿Qué puedes hacer con tu cerebro para vivir más años? Y más importante, ¿qué puedes hacer para que tu cerebro esté sano todos los años que llegues a vivir? Aquí tienes algunas pistas:
Medita
Un experimento de 1989 entre personas de edad avanzada pudo comprobar que quienes meditaban vivían más años. Aprender a meditar, relajación, mindfulness, o cualquier otra técnica que te ayude a tomar conciencia de tu cuerpo y manejar el estrés, es la habilidad más importante que puedes aprender para mejorar cualquier dolencia y vivir más años. Por otro lado, las personas que meditan tienen mayor flexibilidad cognitiva a cualquier edad, es decir, mejor capacidad de pensar en dos cosas a la vez, o pasar de un pensamiento a otro rápidamente.
Mira el lado bueno
Parece obvio, pero está comprobado que el optimismo hace vivir más años. Un estudio de la universidad de Yale comprobó que las personas que tenían una actitud positiva hacia el envejecimiento vivían hasta 7 años más que quienes tenían una actitud negativa. Dicho de otro modo, si tienes miedo de hacerte viejo, es posible que no llegues. Otro estudio más reciente comparó decenas de estudios anteriores con la misma conclusión: el bienestar subjetivo añade entre cuatro y diez años a tu vida, y te mantiene sano durante más tiempo.
Sé útil y generoso
Ser generosos y ayudar a los demás desinteresadamente hace descender los niveles de estrés, baja la presión arterial y hace que los mecanismos de recompensa del cerebro se iluminen como un árbol de Navidad. Este mecanismo funciona incluso cuando las donaciones son solo voluntarias a medias, a través de impuestos, pero son mayores aún cuando se hace voluntariamente . Los tacaños viven menos , y los generosos se mueren más tarde, ya que están más protegidos contra el estrés. Por último, un estudio comprobó que las personas que trabajan en voluntariado viven más que quienes no lo hacen. Ante la duda, extiende una mano a los demás.
Déjalo ya
Hay una gran diferencia entre tomar una copa de vez en cuando y ser alcohólico, entre fumar un puro en una boda, y fumar cigarrillos en cadena. La diferencia está en la cabeza. Los comportamientos adictivos se auto refuerzan en tu cerebro, cuanto más lo haces, más lo quieres hacer. Esto puede estar bien para el deporte, o la risa, pero es un desastre con sustancias que dañan tu cuerpo. El tabaco es la causa del 30% de todos los casos de cáncer en el mundo. No hace falta decir mucho más
Juegos mentales, no te molestes
El año pasado la comunidad científica protestó oficialmente contra los juegos de entrenamiento mental que prometen mantener en forma las capacidades del cerebro, sobre todo en las personas mayores.
No se ha podido comprobar que estos juegos sean más efectivos que una partida de cartas. Ahorra dinero y concéntrate en sonreír.
Foto: meditation on beach, de Shutterstock, no reutilizar