Adelgaza comiendo el menú del día

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Si no puedes cocinar tu propia comida, el menú del día del restaurante de la esquina es un peligro. No solo se trata de saber qué comer, sino también qué dejar en el plato.
En las grandes ciudades mucha gente se ve obligada a comer fuera de casa. Los restaurantes son negocios basados en hacer la comida más apetitosa posible por un precio fijo, así se aseguran de que los clientes volverán. Sin embargo, apetitoso y saludable no siempre van de la mano.
Con un poco de mala suerte, el menú  día te pondrá en el camino de dos tallas más de pantalón. Si no te decides a cocinar tu propia comida y llevarla en un tupper, o simplemente no te puedes escapar, estos son algunas recomendaciones:

  • Palabras prohibidas en el menú: crujiente, cremoso, con queso fundido, rebozado, en salsa de… Todo esto quiere decir que tu proteína viene envuelta en grasa y harina. Evítalo.
  • Palabras amigas en el menú: escalfado, a la plancha, pochado, al vapor, a la brasa. Todo eso indica que tu pescado o tu carne van a ser más saludables.
  • La salsa aparte: en la salsa están la mayoría de las calorías, el azúcar y la grasa. Si tu plato viene con salsa, retírala, y sobre todo no mojes pan en ella.
  • De paso, no toques el pan. Es puro almidón, calorías vacías. Dispara tu insulina y ayuda a que la comida vaya directamente a alimentar a tus michelines.
  • La maldición de la guarnición: Patatas no. Pasta no. Verduras, legumbres y ensalada sí. En general, evita que tu guarnición sea blanca (a excepción de la coliflor)
  • No bebas calorías. Bebe agua. Olvídate de la cocacola. Deja el vino para el fin de semana.
  • No pidas postre ni licores. La señal de saciedad se «resetea» cuando cambiamos de salado  a dulce, por eso pensamos que «nos cabe» un postre. No caigas en la trampa. Un café o infusión te permitirán esperar el tiempo necesario para sentirte satisfecho.

Si puedes, entrena justo antes de comer. La comida irá a alimentar a tus músculos fatigados en lugar de tus reposados michelines.