La memoria funciona al revés


Si tienes que aprender algo de memoria, haz caso a los músicos y empieza por el final
Aunque no lo creas, hay un truco de los músicos profesionales que consiste en memorizar una pieza del final al principio. Primero tocan el último compás de la pieza. Después añaden el compás anterior, y van sumando hasta que tienen la pieza completa desde el inicio.
¿Para qué sirve esto? Por un lado, ayuda a eliminar la ansiedad del final de la interpretación, de avanzar lentamente y ver que aún queda mucha partitura por delante. Como ya estás en el final, se trata de recorrer el camino que te lleva allí, y eso resulta menos estresante para el cerebro. Lo mismo ocurre con las transiciones difíciles, porque el cerebro ya conoce lo que viene después, y hay menos ansiedad.
Por si fuera poco, el final también se convierte de este modo en la parte que más repites y mejor conoces. No hay nada mejor que terminar una interpretación con un final apoteósico.
El mismo truco se puede aplicar a cualquier otra cosa, por ejemplo, un discurso o una presentación de trabajo. Empieza repitiendo la última frase, y añade poco a poco las frases que vienen antes de esa hasta que tengas aprendido el discurso completo. ¿Estás aprendiendo una coreografía o unos pasos de baile? Usa el mismo método, empezando por los últimos pasos e incorpora los anteriores. ¿Una poesía, los votos el día de tu boda, una receta? Empieza por el final.