Siete trucos mentales para recordar nombres


Si se te da mal recordar los nombres, bienvenido al club. Unos pocos trucos mentales te ayudarán a quedar bien.
Nuestra memoria a veces nos la juega. Nos presentan a alguien, saludamos, sonreímos… y el nombre se nos olvida en ese mismo instante. Luego tenemos que presentarle a alguien a esa misma persona y hacemos un papelón: “Este es, eh… “.
No es que no nos importe su nombre, es que no se nos ha grabado, o no hemos prestado atención, o no lo hemos oído bien. En cualquier caso quedamos fatal.
¿Cómo es posible? Nos olvidamos de un nombre en una fiesta y sin embargo recordamos cosas inútiles, como el nombre, apellido y fecha de nacimiento del actor secundario de una una película de zombies. El cerebro funciona por asociaciones, y para recordar cosas, tenemos que hacer esas asociaciones nosotros mismos. Aquí tienes unos trucos:

Que te lo repitan

Uno de los principales problemas, y el más sencillo de solucionar, es no entender el nombre de alguien la primera vez. Especialmente si se trata de una persona extranjera o con un nombre inusual. ¡Pide que te lo repitan! Aún más, pide que te deletreen, si es necesario, y pregunta de dónde viene. No siempre se conoce a un Sovanrithy o Suphachad. Tendrás una excusa perfecta para entablar una primera conversación y después seguro que no se te olvida.

Repítelo tú

Intenta usar el nombre de la persona inmediatamente. Puede ser algo tan sencillo como decir “Encantado de conocerte, Burgundófora” nada más empezar, pero también repetirlo varias veces si entablas conversación “¿En qué trabajas, Burgundófora?”, o “Creo que tienes razón Burgundófora”.

Usa la imaginación visual

Crea una imagen en tu mente en la que aparezca la persona y su nombre. Cuanto más poderosa sea la imagen, más fácil será recordarla. Por ejemplo, cuando te presenten a Filogonio imagínatelo a caballo portando un estandarte con su nombre en letras doradas y dos leones rampantes. Yo soy más clásico, y me imagino a la gente en una ficha policial de los replicantes en la película Blade Runner, con un vídeo de su cabeza sin pelo dando vueltas y el nombre debajo.

Mírales a la cara

Discretamente, claro. Estudia las facciones de la persona con cuidado. Fíjate en la forma de la nariz, el color de los ojos, el pelo. Mientras lo haces, repite mentalmente su nombre “Protasio, Protasio, Protasio”. De este modo estás atacando al mismo tiempo a tu memoria visual, creando un registro de su cara, y a la memoria auditiva, asociando su nombre.

Busca la rima

Busca palabras que rimen, cosas familiares que suenen de forma parecida o juegos de palabras. Por ejemplo  “Austrigiliano y sus hermanos”, “Sicilio del Valle” o «de Darío me fío». Úsalos para ti mismo, algunas personas no tienen sentido del humor cuando se hacen rimas con su nombre.

Escríbelo

Es la fórmula definitiva. Puedes hacerlo en un cuadernillo, discretamente, o usar tu teléfono móvil. También puedes hacerlo directamente delante de ellos, y preguntarles si tienen email, perfil de Facebook o de LinkedIn. No solo te aseguras de recordar el nombre, sino que muestras interés y te ayuda a ganar su simpatía.

Ríndete y pregunta

Si no recuerdas el nombre de alguien y te han pillado por sorpresa, es mejor reaccionar rápido y preguntar de la forma más casual “tu nombre era…”, o “disculpa pero se me ha borrado de la cabeza”. La víctima te lo dirá y seguramente no le dará mayor importancia. Es mucho mejor que hablar con alguien durante dos horas y confesar después que no sabes su nombre. O peor aún, confesarlo a la mañana siguiente.
Foto: tychay