IV. No te estresarás

babuino estresado
Si crees que el estrés es malo, te quedas corto. Es lo peor que te puede pasar, y acabará matándote si te descuidas.
El estrés es la respuesta de nuestro cuerpo ante el peligro, pero no hace falta un peligro real para dispararlo. Basta con creérselo para que se acelere el corazón, se contraigan los músculos y nos preparemos para salir corriendo, aunque el peligro no sea un león, sino la fecha de entrega de un informe.
Lo peor del estrés es que el cuerpo deja todo lo que no sea esencial para salir por pies, y eso quiere decir que abandona el cuidado de sí mismo. El cortisol, la hormona del estrés desactiva tu sistema inmunitario como un interruptor. También aumenta por todos los medios los niveles de glucosa en sangre, ayudando a quemar no solo grasa, sino también masa muscular en el proceso. El cortisol bloquea además la hormona del crecimiento, con lo que tampoco se desarrollan ni los huesos ni los músculos si estás estresado.
Cuando pasa el momento de angustia, tu cuerpo se encuentra de repente con un montón de glucosa que no ha quemado (porque al final no has tenido que correr), y por tanto irá a parar de nuevo a tus michelines. Además habrás perdido algo de músculo y te habrás quedado temporalmente sin defensas. Durante ese tiempo, las bacterias y los virus tienen barra libre.
Seguro que conoces a alquien a quien le sale un herpes en el labio cuando se lleva un disgusto. Pues ahí tienes un ejemplo leve de lo que puede hacer el estrés. Por sí solo no es la causa de ninguna enfermedad, pero ayuda a que cualquier enfermedad latente empeore. Aunque no hay estudios concluyentes, se sospecha que la aparición del cáncer tiene mucho que ver con el estrés crónico y las épocas de depresión.
Si esta situación se repite todos los días, cada vez que ves a tu jefe, cada vez que te llega una factura, o cada vez llegas a casa y te peleas con tu familia, estás comprando papeletas para engordar, dormir peor, perder pelo, tener problemas de la piel, tener diabetes y puede que a la larga, cáncer.
Todos hemos oído que hay un estrés bueno y uno malo. La revista Wired publicó un estremecedor artículo sobre el estrés explicando la diferencia. Entre otros, citan un estudio con babuinos, unos monos agresivos, desagradables y muy jerárquicos. Los babuinos dominantes están más sanos que los subordinados, y sus niveles de cortisol son más bajos. Los funcionarios británicos en el escalafón más bajo tienen una mortalidad cuatro veces superior a la de los jefes, aunque todos dicen estar estresados. En Hollywood, los actores que han recibido un Oscar viven más años que aquellos que fueron nominados pero no ganaron la estatuilla.
En resumen, el estrés es más perjudicial cuando no somos dueños de nuestro destino, sino que sufrimos la incertidumbre de que otros tomen las decisiones por nosotros. El estrés del jefe es saludable, el del empleado, mortífero.
Hasta que llegue una vacuna contra el estrés, toma medidas.

Ponte en marcha

Si estás estresado, por lo general es porque tu situación actual es mala, o porque piensas que puede empeorar. Describe por escrito tu situación actual, y después la situación ideal en la que deseas estar. Haz un plan para llegar allí, paso a paso, y cada día haz algo que te lleve por ese camino. Mientras estés avanzando en esa dirección, sentirás menos estrés. Si te quedas en el mismo sitio, el estrés te devorará. Más prosaico, el deporte también reduce el estrés, pero solo si disfrutas haciéndolo.

Ponte en lo peor

Imaginarte cómo será tu vida cuando todos tus problemas se solucionen puede ayudarte, pero lo contrario también. Imagínate el peor de los casos posibles. Tus planes fracasan, tus previsiones fallan, ocurre un accidente y todos te abandonan. Escribe esta película de terror con todos los detalles, y a continuación, lo que harías para salir de ese atolladero. Saber que tienes un plan para cuando todo va mal te hará ver los problemas reales de forma menos dramática. Además, mirar a los problemas de frente ayuda a perderles el miedo.

Ponte en horizontal

Detente. Durante unos minutos, cierra los ojos, y si puedes, túmbate y respira. Vacía tu mente. Sí, estás meditando. Cuando todo se pone negro, es la mejor forma de tomar distancia y reanudar el camino con mejor cara y nuevas fuerzas. Prueba la relajación progresiva de Jacobson, un método muy sencillo y que no falla. Si relajas los músculos, la mente se relajará.

Ponte en buenas manos

El estrés se atenúa cuando estamos en compañía de otras personas que cuidan de nosotros y a las que cuidamos. Las personas solitarias viven menos que las que tienen familia y amigos. Los mismos resultados se han obtenido de los babuinos, a quienes las relaciones sociales ayudan a disminuir los efectos del estrés. No sufras el estrés en solitario.
Ya sé lo que estás pensando. En efecto, el sexo también es uno de los mejores remedios contra el estrés. Hablaremos del sexto mandamiento muy pronto.
Foto: Tambako the Jaguar
Lee el resto de los mandamientos para cambiar tu vida.