La ecuación es simple. Más sexo, más sano, más feliz. No tiene sentido renunciar a la parte más sencilla y satisfactoria de nuestras vidas.
Estamos diseñados para el placer. De todos los primates, el hombre es el que tiene el pene de mayor tamaño en relación con su peso corporal. En la mujer, el clítoris es un órgano cuya única función es proporcionar placer. Todo eso no haría falta si solo se tratara de fabricar bebés. Muchos animales despachan la cuestión en segundos, porque el sexo puede ser peligroso cuando hay depredadores a tu espalda.
En los seres humanos, el sexo va mucho más allá de la reproducción. Nuestros órganos y nuestras respuestas son típicas de los animales que practican el sexo recreativo, como los delfines, o los bonobos, unos primos hipersexuales de los chimpancés. El sexo es la forma en la que evolucionamos para mantener el grupo unido, porque la supervivencia de nuestros ancestros dependía del trabajo en equipo.
En el libro Sex At Dawn de Christopher Ryan, que pronto llegará a España, se analizan los últimos avances en antropología con un resultado sorprendente: los seres humanos son promiscuos por naturaleza. Al trabajo en equipo sumaban el sexo en grupo. Todo era compartido, desde la comida hasta la crianza de los hijos, simplemente porque así era más fácil sobrevivir. El cuento cambió con la llegada de la agricultura, la propiedad privada, la guerra y las religiones. Entonces perdimos el paraíso.
Como prueba de esta naturaleza sexual del ser humano, cada vez más estudios científicos confirman algo que todos sabemos de forma instintiva. El sexo es bueno. Muy bueno.
El sexo aumenta los niveles de dopamina, el neurotransmisor del placer en el cerebro, igual que ocurre con las drogas, el chocolate y ganar al bingo. Después del orgasmo aumentan los niveles de prolactina, que produce relajación (y sueño, sobre todo en los hombres). Además, ya sabemos lo conveniente que es reducir el estrés, y el sexo es la mejor medicina.
Después de un buen revolcón el cerebro segrega endorfinas, opiáceos naturales que disminuyen la sensación de dolor. También se segrega oxitocina, la “hormona del achuchón”, que hace bajar los niveles de cortisol, la hormona del estrés. La oxitocina es uno de los responsables de ese sentimiento que llamamos amor. Varios estudios demuestran que además el sexo disminuye el riesgo y los trastornos de la depresión.
Durante el sexo se queman tantas calorías como pasando el aspirador, es decir, no sustituye la sesión de cardio ni los cinco kilómetros de carrera. A cambio con el sexo se segrega la hormona DHEA que dilata las arterias y mejora la circulación, previniendo enfermedades cardíacas.
El sexo frecuente hace aumentar los niveles de testosterona, la hormona que necesitas para aumentar tu masa muscular. A la inversa también ocurre. Los suplementos deportivos para aumentar la testosterona, como el extracto de Tribulus Terrestris, tienen como efecto secundario aumentar la libido.
Los médicos sospechaban que el sexo frecuente podía causar cáncer de próstata. Lo que se encontró fue lo contrario. En un estudio de 2004 se comprobó que en realidad los hombres que eyaculaban 20 veces o más al mes tenían menos riesgo de padecerlo. Se sospecha que también puede prevenir el cáncer de mama. Otros estudios apuntan a que las personas que bailan en horizontal viven más tiempo, tanto hombres como mujeres, aunque puede haber otros factores, como bajos niveles de estrés o estado general de salud, que están relacionados.
Se han detectado algunos casos. Bromas aparte, el sexo es una actividad sinérgica. Cuanto más tienes, más quieres. Pero también funciona al revés, cuanto menos se practica, menos apetece. Eso quiere decir que en situaciones de estrés, como la de tener una familia, hay que dedicarle tiempo y esfuerzo, como bien explica el blog Me crecen los enanos. Evitar la rutina y planear aventuras es el secreto.
El declive de la fertilidad en el mundo civilizado está relacionado con la reducción en la calidad del esperma. Se han buscado muchas causas, desde la dieta hasta la radiación, pero un reciente estudio demostró que eyacular todos los días mejoraba la calidad del ADN de los espermatozoides, y por tanto, aumentaba la fertilidad.
Como decía Woody Allen, el sexo es como jugar al bridge. Si no tienes un buen compañero, más vale que tengas una buena mano. El sexo en solitario, lejos de ser un problema, tiene tantas ventajas fisiológicas como el compartido. Mejora el sistema inmunitario, previene infecciones por hongos en las mujeres y protege la próstata en los hombres. Además es imprescindible para aprender sobre nuestra propia respuesta sexual antes de compartirla con otras personas.
Si el problema es la pereza o el cansacio, la tecnología viene al rescate. Desde la famosa Hitachi Magic Wand (sale en la serie Sexo en Nueva York) hasta el sofisticado RealTouch que inventó un ingeniero de la NASA, el placer empieza con un clic.
Foto: Gerard :-[
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Me encantaría que esta norma se cumpliese, pero para tener sexo necesito pareja, para tener pareja necesito salud, y para tener salud necesito sexo... ¡Es un maldito círculo vicioso!
Yo no lo puedo constatar científicamente, pero ante las usuales cefaleas que padezco puedo decir que es más efectivo que el ibuprofeno, casi instantáneo.
Otra cualidad que yo le he encontrado ha sido para esas noches en las que no puedes dormir, como un chupito de cicuta vaya.
@Volk63, la masturbación es sexo individual.
jaja muy bueno lo del circulo vicioso y por desgracia estoy en la misma situacion
Doctor Pescador:
Desde hace varios años vengo practicando la retención de semen, tal y como mandan los cánones del Tao. He logrado una espectacular mejora del rendimiento sexual, la duración del coito y, sobre todo, el deseo.
Atención, pregunta: ¿puede ser nociva a largo plazo la retención?, ¿cómo incide en la fertilidad del hombre?
Gracias y un saludo,
Su seguro leedor.
Doctor Beraza,
Los estudios de los que dispongo dicen que cuanto más se eyacula, más se estimula la espermatogénesis. La pregunta es si el orgasmo sin eyaculación que recomienda la medicina oriental tiene el mismo efecto.
Creo que si se produce una eyaculación retrógada, cosa normal con estas prácticas, al fin y al cabo se está eyaculando, con lo que volvemos al inicio. La lógica me dice que en cualquier caso se pone en marcha el proceso que lleva a la eyaculación, y quizá con eso sea suficiente para que no se duerman los renacuajos.
En caso contrario, habría que comprobar qué ocurre haciendo un estudio de fertilidad con una muestra significativa de hombres multiorgásmicos. Solo necesitamos un par de cientos como usted y un laboratorio.
¡Genial artículo y estupenda foto! ¡Me encanta!
Qué pérdida de tiempo estar sin una pareja sexual que sea compatible. Si el sexo es tan saludable, y sí lo creo, ¿cómo es que no puede ser tan abierto en algunas personas?
Es urgente y hasta impresindible tener una mujer desnuda (dice mario Bennedeti) porque ..."Una mujer desnuda y en lo oscuro desbarata por una vez la muerte" , y ellas un hombre, claro está.
De manera que me encanta la idea del sexo, de tener y tener y tener sexo. Cosa tan linda.
caballero leonar....las mujeres tambien podemos necesitar a otras mujeres.....no es sólo su privilegio.
Eso sí, con los cuidados necesarios. Nadie quiere sufrir consecuencias. Necesito buscar ya.
saludos a todos
El placer no existe como tal; es decir, su fin no es satisfacer al mismo placer. Existe como reacción fisiológica del cumplimiento de una necesidad. En el caso de la sexualidad, su fin es alivianar el organismo de la mujer. Al alivianarlo, el cuerpo femenino permite de manera mas facil el transito de los espermatozoides al útero. Es decir, el orgasmo anula o debilita el sistema defensivo de la mujer, lo que causa que sea mas fácil dejarla embarazada. El placer existe como fenómeno, no como realidad por si misma. Es como querer pensar que la lluvia existe por si misma y no como consecuencia o causa de algo.